CAPÍTULO 2.
LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE
toma), realizará deposiciones semilíquidas amarillentas en número variable
desde una por toma a una cada tres días y mantendrá un crecimiento adecuado.
Enfermedades maternas:
en caso de absceso se recomienda no dar el pecho
durante las primeras 48 horas. Si la recuperación transcurre con normalidad se
puede reiniciar la lactancia sin problemas.
Tampoco se recomienda retirar la lactancia en caso de enfermedades comunes
como catarro, dolor de cabeza, dolor de garganta, diarrea… Únicamente se
contraindica de manera absoluta cuando la madre está infectada por el virus
de la inmunodeficiencia humana (VIH). La mayoría de medicamentos que pueda
tomar la madre no dañarán al niño, pero en cualquier caso es recomendable
consultar antes con el médico.
Si no es posible lactar
A pesar de todas las ventajas que hemos comentado al inicio del capítulo, no
todas las madres pueden dar el pecho a sus hijos, bien por problemas físicos o
psicológicos de la madre o del bebé, bien por factores socioeconómicos, como la
incorporación de la madre al trabajo mientras está lactando.
En este caso se puede seguir alimentando al bebé con leche materna y, si esto
no es posible por su retirada prematura o por opción personal de la madre, se
alimentará o complementará la lactancia materna con fórmulas artificiales, cada
vez más elaboradas para conseguir un perfil nutritivo lo más parecido a la leche
materna.
Extracción, almacenamiento y transporte de la leche materna
Las madres tienen la posibilidad de extraerse la leche a mano o con aparatos
diseñados para ello, denominados «sacaleches».
Extracción manual
Si se va a realizar extracción manual, deben lavarse bien las manos antes
de comenzar. Antes de empezar, es necesario estimular el reflejo de bajada de
la leche masajeando suavemente los pechos (algunas madres huelen ropita
del bebé o miran fotos suyas para ayudar al estímulo). Después se sostiene el
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