CAPÍTULO 2.
LA ALIMENTACIÓN DEL LACTANTE
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Se recomienda colocarla al fondo de la nevera, nunca en las puertas, puesto
que es donde más varía la temperatura. Una vez descongelada dispondremos
de 24 horas para consumirla, siempre guardándola en la nevera.
Se puede calentar bajo el grifo de agua corriente e ir abriendo el agua caliente
poco a poco hasta que la leche esté a temperatura ambiente o bien calentarla
al baño maría, metiéndolo en otro recipiente con agua templada (el sistema en
que se basa el calientabiberones eléctrico). Si la leche está congelada, lo más
práctico es pasarla la noche anterior al frigorífico.
No se debe usar el microondas para descongelar la leche ni dejarla hervir, pues
se pueden alterar las propiedades nutritivas e inmunológicas de la leche.
Si el niño no toma toda la leche ofrecida, podemos esperar una o dos horas para
volver a dársela, pero si pasa más tiempo deberá desecharse.
Transporte
Para el transporte que dure más de seis horas lo mejor es utilizar recipientes que
permitan mantenerla fría durante el mismo, como neveras con acumuladores de
frío o bolsas isotérmicas.
Algunas madres notan que su leche huele a rancio al descongelarla. Esto se
debe a la acción de la lipasa, que es una sustancia implicada en la digestión de
la grasa. Para prevenirlo se puede escaldar la leche una vez extraída (desechar
la espumilla que se forma) y luego dejar enfriar y congelar. Una vez que tiene
olor rancio no se puede hacer nada para eliminarlo, aunque esta leche no es
perjudicial para el bebé, lo que no impide que la mayoría la rechace.
LACTANCIA CON FÓRMULA ARTIFICIAL
Las fórmulas artificiales o leches adaptadas basan su composición en la leche
de vaca. Las necesidades del niño varían conforme avanza su crecimiento en
la cantidad de proteínas y otros elementos, fundamentalmente hierro, y este
hecho es lo que diferencia a las fórmulas en fórmulas de inicio o tipo 1 y de
continuación o tipo 2. Esta distinción solo se hace en Europa, y se recomienda el
paso de una fórmula de tipo 1 a una de tipo 2 a los seis meses de edad, aunque
no es obligatorio. Ambas están disponibles en presentación liquida o en polvo,
sin haber diferencias en cuanto a su composición.