¡TODOS A COMER!
pecho con la mano, colocando el pulgar por encima de la areola y los demás
dedos formando una C, y se presiona con los dedos hacia el cuerpo tratando
de juntar pulgar e índice. Este movimiento se debe repetir de manera rítmica.
Después se irán rotando los dedos hasta vaciar todos los conductos.
Sacaleches
El sacaleches simula lo que hace el bebé cuando toma el pecho, depositando
la leche en un recipiente. Tras lavarse las manos, es recomendable que se
estimule el pezón con suavidad para facilitar la expulsión de la leche antes de
colocarse el sacaleches. Los hay manuales y eléctricos, más recomendables
estos últimos ya que funcionan por succión intermitente. Además, pueden
alquilarse en las farmacias, con lo que saldrán más económicos.
Se recomienda que la leche se extraiga a primera hora de la mañana, que es cuando
más cantidad hay en el pecho, y por lo general se aconseja mantener el horario de
las tomas del niño. Si no se dispone de tiempo suficiente para la extracción completa
es mejor hacer extracciones más cortas que no extraer nada durante el día. Siempre
es aconsejable dar el pecho en las tomas en que el horario de la madre lo permita.
Conservación
Los recipientes más apropiados para su conservación son los compuestos de
plástico duro. El vidrio no es malo para conservación durante poco tiempo, ya
que algunas células tienden a adherirse a sus paredes pasadas unas horas, y
no se puede congelar. También existen bolsas especiales para almacenamiento
y transporte. Cualquiera de estos tres sistemas es bueno siempre que disponga
de tapón o un sistema que permita su cierre hermético. No se recomiendan los
envases de colores ya que en algún caso el tinte puede pasar a la leche.
Es recomendable guardarla en pequeñas cantidades (60-120 ml) para así
administrar solo la que el niño vaya a tomar inmediatamente, y etiquetar los
recipientes, para utilizar siempre el que lleva más tiempo almacenado.
La leche materna se conserva adecuadamente durante seis horas a
temperatura ambiente (cuatro horas en verano), hasta ocho días en la nevera
(a temperatura entre 0 y 4 °C) y hasta tres meses en congelador (si es de tres
estrellas o más, y tipo combi, separado del frigorífico). Si se dispone de un
congelador independiente se podrá mantener congelada durante seis meses.
30