¡TODOS A COMER!
Osmolaridad:
la osmolaridad viene determinada principalmente por el tipo de
carbohidrato. Según la osmolaridad, podemos distinguir fórmulas isotónicas, si la
osmolaridad es menor de 350 Osm/kg de agua, moderadamente hipertónicas si está
entre 350 y 550 y marcadamente hipertónicas si es mayor de 550 Osm/kg de agua.
Las fórmulas con mayor osmolaridad pueden ocasionar diarrea y retrasar el vaciado
gástrico.
Contenido graso:
el contenido graso de las fórmulas también se expresa en
porcentaje del valor calórico total. Se dividen en estándar (> 20%), baja en grasa
(5-20%) y libre en grasa (< 5%). La fuente lipídica utilizada suele ser aceite vegetal
con distintas cantidades y tipos de triglicéridos de cadena larga (LCT) (canola, maíz
y soja) o de cadena corta (coco), triglicéridos de cadena media (MCT) o algunos
productos emplean grasa láctea o aceite de pescado o algas.
El conocimiento de las implicaciones que a corto y largo plazo puede provocar la
ingesta de ciertos tipos de grasas ha permitido realizar diversas recomendaciones.
Así, se aconseja un aporte de ácidos grasos saturados menor del 10% para prevenir
la aparición de ateroesclerosis en la edad adulta.
Como la cantidad de ácidos grasos esenciales y su proporción tienen una importancia
transcendental tanto para el desarrollo cerebral, como en la función inmunitaria, se
recomienda una relación ácido
linoleico:ácidolinolénico alrededor de 1:5. El ácido
linoleico se recomienda entre el 2-4% del total calórico, sin sobrepasar el 10%. Se
recomiendan dosis de ácido linolénico de 0,25-0,5% del total calórico.
El contenido de triglicéridos de cadena media (MCT) de la fórmula se debe tener
en cuenta en pacientes críticos o con alteraciones digestivas importantes, para
proporcionarles un sustrato lipídico más fácilmente utilizable que los triglicéridos de
cadena larga (LCT), al no precisar la participación de los ácidos y sales biliares para
su absorción intestinal. Todas las dietas deben contener una proporción adecuada
de LCT para satisfacer las necesidades de ácidos grasos esenciales y favorecer la
absorción de vitaminas liposolubles.
Hidratos de carbono:
las fuentes hidrocarbonadas más utilizadas son el almidón de
maíz hidrolizado y la dextrinomaltosa, de baja osmolaridad y fácil aprovechamiento.
Pequeñas cantidades de mono o disacáridos pueden añadirse a las fórmulas orales
para mejorar la palatabilidad, aunque aumentan la osmolaridad. El contenido de
lactosa es mínimo o nulo, dada la mala tolerancia que, en general, presenta el
paciente malnutrido o crítico, con la excepción de las fórmulas poliméricas para
lactantes.
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