Fórmulas poliméricas diseñadas para el niño mayor de un año (de uno a
diez años).
Dietas poliméricas pediátricas indicadas en los pacientes con
función digestiva normal o mínimamente alterada y que no presentan alergia
alimentaria a las proteínas de la leche de vaca. Están formadas por proteínas
completas (caseína y/o seroproteínas), oligosacáridos sin lactosa, aceite vegetal
con adición moderada de triglicéridos de cadena media (MCT) y vitaminas y
minerales que cubren aproximadamente las recomendaciones de los niños
de uno a seis años en 1100 ml, y las de los niños de siete a diez años en
1300 ml. No contienen gluten y son normoproteicas e isoosmolares. Existen
grandes diferencias entre ellas tanto en la cantidad como en la calidad proteica.
En nuestro país únicamente existen fórmulas estándares pediátricas (1 kcal/ml)
y fórmulas hipercalóricas (1,5 kcal/ml). Pueden contener fibra. Los preparados
con fibra serían de primera elección, ya que la alimentación oral completa debe
contenerla. En ocasiones se utilizan las fórmulas diseñadas para adultos. En
este caso el pediatra debe valorar detenidamente la composición, osmolaridad
y, sobre todo, el contenido de micronutrientes.
Fórmulas especiales.
Específicas para enfermedades digestivas, alérgicas,
errores congénitos del metabolismo, diabetes o alteraciones de órganos
(insuficiencia renal, insuficiencia hepática).
Nutrientes modulares.
En determinadas circunstancias clínicas puede ser
necesario aumentar el contenido energético o proteico de la alimentación de un
lactante o de un niño con el fin de satisfacer sus necesidades, sin aumentar el
volumen. Este objetivo puede lograrse de varias maneras: utilizando fórmulas
de mayor contenido calórico, aumentando la concentración de las fórmulas
infantiles o mediante el uso de módulos nutricionales: proteínas, hidratos de
carbono, lípidos o combinaciones de ambos.
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