EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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decisiones comunes que vayan seguidas de una
aplicación rápida y eficiente. Es evidente que
necesitamos una visión a largo plazo. La
Comisión esbozará en un Libro Blanco esa visión
para el futuro en marzo de 2017, coincidiendo
con el 60.º aniversario de los Tratados de Roma.
Trataremos de reforzar y reformar nuestra unión
económica y monetaria. Y también tomaremos
en consideración los desafíos políticos y demo-
cráticos a los que nuestra Unión de 27 se en-
frentará en el futuro. Y, por supuesto, el
Parlamento Europeo participará activamente en
el proceso, como lo harán los parlamentos na-
cionales. Sin embargo, no bastará con esbozar
una visión de futuro. Lo que nuestros ciudada-
nos realmente necesitan es que alguien gobier-
ne, que alguien responda a los graves proble-
mas de nuestro tiempo”.
El significado implícito de la última frase
puede interpretarse así: mientras que al “esbo-
zo de una visión de futuro” no se le ha dado
aún contenido (es, en teoría, el objeto del Libro
Blanco de marzo), a la expresión “lo que nues-
tros ciudadanos realmente necesitan es que al-
guien gobierne”, sí que se le ha dado, a corto
plazo, un contenido: es la llamada “hoja de ruta
de Bratislava”
4
, adoptada por el Consejo Euro-
peo en septiembre.
Existe pues la posibilidad de que ese “esbo-
zo de visión de futuro” se reduzca a un calenda-
rio de la hoja de ruta de Bratislava.
Habrá que volver sobre esa cuestión con más
detalle una vez publicado el Libro Blanco de la
Comisión.
4
http://www.consilium.europa.eu/press-releases-pdf/2016/9/47244647412_es.pdf
La persistencia del perfil bajo de la
Comisión en su papel de impulsora
del debate político
El programa de trabajo de la Comisión para
2017 muestra la debilidad del discurso institu-
cional actual sobre la gobernanza europea y,
desde este punto de vista, no ofrece muchas
esperanzas sobre la recuperación del papel de
impulsora del debate sobre la unión política que
en épocas pasadas asumió la Comisión en aras
del interés general de la Unión.
El contenido sustancial de dicho programa lo
constituyen las llamadas “diez prioridades polí-
ticas”. Entre ellas, solo la última se refiere a me-
joras en curso de aspectos de la gobernanza
europea, pero no a innovaciones que respondan
a una visión de futuro ambiciosa. En efecto, di-
cha prioridad se reduce a una idea sugerente
(“una unión de cambio democrático”) pero su
desarrollo es un tanto decepcionante:
“Una Unión de cambio democrático […]. La
mejora de la legislación, la rendición de cuentas
y la transparencia siguen siendo el modelo bási-
co de esta Comisión, y todas las instituciones de
la UE deben aplicar estos principios de manera
coherente y comprometida si queremos recupe-
rar la confianza de nuestros ciudadanos. La
Comisión trabajará en estrecha colaboración
con el Parlamento Europeo y el Consejo para
garantizar que el acuerdo interinstitucional so-
bre ‘Legislar mejor’ se aplique plenamente, y
también iniciaremos negociaciones constructi-
vas con ambas instituciones sobre nuestra re-
ciente propuesta de Registro de Transparencia
obligatorio para el Parlamento Europeo, el
Consejo y la Comisión. La Comisión también
presentará enmiendas al Acuerdo Marco con el
Parlamento Europeo a fin de que los miembros
de la Comisión puedan ser candidatos a las elec-
ciones al Parlamento Europeo.