EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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recuperar la confianza de los ciudadanos en el
proyecto europeo.
La recuperación del debate político en la UE,
debe empezar por superar el pensar en la unión
política como asunto únicamente protagoniza-
do por los Estados nación, sin perjuicio de los
cálculos razonables que aconsejan confirmar
que el techo realista de ese debate es el concep-
to de federación de Estados nación
11
y, sobre
todo, sin perjuicio de la certeza ineludible de
que “el Estado del bienestar y la democracia
forman un nexo tal que en una unión monetaria
ambos ya no pueden ser garantizados por un
Estado individual en solitario”
12
.
Sobre la base de estas consideraciones pode-
mos concluir que, junto a la institucionalización de
la reforma de la estructura de la UEM, ciertas re-
formas que hubieran mejorado de forma conside-
rable la calidad de la democracia en el conjunto de
la Unión y que se quedaron (por imperativo del
ritmo del proceso histórico de integración euro-
pea), sin respaldo legal en el Tratado de Lisboa,
nos parecen, hoy más que nunca, razonables y de
posible aplicación a medio o largo plazo.
11
El actual presidente de la Comisión ha declarado recien-
temente que “hay que dejar ya de hablar de los Estados
Unidos de Europa”. Vid. Juncker, J. C.:
Sur l’avenir politique
de l’Europe,
conferencia pronunciada con motivo del 20
aniversario de la creación de la Fundación Notre Europe,
París, octubre 2016. Disponible en:
http://www.delorsinsti-tute.eu/011-24117-For-an-ambitious-europe.html
12
Habermas, J.: “The players resign”, entrevista concedida
al canal
Zeit online
el 22 de julio de 2016. Disponible en:
http://www.zeit.de/kultur/2016-07/juergen-habermas-bre-xit-eu-crises-english/seite-3. Vid. también, del mismo autor,
“Bringing the Integration of Citizens into Line with the Inte
gration of States”,
European Law Journal,
18, No. 4, 2012,
pp. 485-8. Esta afortunada frase de Habermas recuerda el
célebre trilema de Rodrick.
Exponemos a continuación, para terminar,
algunas de ellas:
– Aumentar la participación de los ciudadanos
europeos en el proceso de toma de deci-
siones de la Unión, mediante:
• La instauración de sistemas de voto direc-
to de los ciudadanos o de referéndum a
escala europea, con recurso máximo al
voto telemático
13
, para una serie determi-
nada de materias constitucionales.
• El aumento, hasta cubrir la totalidad de la
legislación, de la cobertura del sistema de
consulta pública por parte de la Unión an-
terior al inicio de cualquier proce-dimien-
to legislativo
14
.
• Una reforma del procedimiento de inicia-
tiva legislativa de la Unión según la cual
las iniciativas legislativas populares sean
sometidas por sus autores al mismo tiem-
po a la Comisión y al Parlamento.
– Dotar de nuevos poderes al Parlamento eu-
ropeo, en especial para aumentar su capaci-
dad legislativa y su poder de control de la
Comisión y del Consejo, incluidos un poder
de revocación máximo de los miembros de la
Comisión y plenos poderes de codecisión en
materia presupuestaria.
– Convertir la Comisión Europea en un autén-
tico gobierno democrático de la Unión, me-
diante la instauración de un voto ciudadano
transnacional para la elección de su presi-
dente.
13
El voto telemático está ya implantado o en curso de im-
plantación en varios Estados de la Unión. Vid, a propósito:
http://www.euskadi.eus/botoelek/otros_paises/ve_mundo_est_c.htm
14
A partir del Tratado de Lisboa, alrededor del 90% de la
legislación europea puede ser objeto de consulta pública
previa al inicio del proceso legislativo europeo. Vid. Ponza-
no, P.:
Une democratisation accrue de l’Union europeenne,
2010, pág. 5. Disponible en:
http://www.europeanrights.eu/public/commenti/Ponzano.pdf