EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
114
la PESCO que, como ya se ha dicho, está previs-
ta para 2010, hay que destacar especialmente el
efecto del
brexit
como federador interno. La re-
tirada del Reino Unido está teniendo un efecto
de cohesión entre los Estados miembros y entre
estos y las instituciones europeas, especialmen-
te a partir de 2017, cuando el Consejo Europeo
de 30 de abril consigue una posición común en
relación con las negociaciones con el respaldo
del Parlamento Europeo. Y posteriormente, los
preacuerdos con el Reino Unido del 8 de diciem-
bre de 2017 y el del 23 de marzo de 2018, don-
de la Unión Europea obtiene, prácticamente,
todos los objetivos, con ello se percibe el nuevo
clima político que vive la UE a 27.
Además, el nuevo presidente de los Estados
Unidos, Donald Trump, se está convirtiendo en
un federador externo, al menos en materia de
defensa. Como consecuencia de su política
errática, está exigiendo a la Unión Europea que
tome la iniciativa. Por ello, está acelerando sus
decisiones en muchos ámbitos y principalmen-
te, en el ámbito de la defensa.
Así mismo, la situación económica ha cam-
biado y es completamente diferente a la de
2009, que es la que se había previsto para la
puesta en marcha de la PESCO, tal como esta-
blecía el protocolo 10. En 2017, la zona euro
crece más que Gran Bretaña –por vez primera–,
y más que los Estados Unidos, que Japón y que
Rusia, y parece que se confirma que en 2018
está ocurriendo lo mismo.
De igual manera, se está produciendo un
cambio de percepción en la ciudadanía de la
Unión Europea en relación con la necesidad del
desarrollo del proyecto europeo y son especial-
mente significativos los resultados de las encuestas
y, concretamente, del Eurobarómetro de diciembre
de 2017 en el que la ciudadanía de la Unión
Europea defiende en un muy alto porcentaje la
puesta en marcha de una defensa autónoma lo
más rápidamente posible.
En el ámbito de la defensa ha tenido tam-
bién especial importancia, como ya se ha dicho,
la elaboración de la Estrategia Global para la
Política Exterior y de Seguridad y sobre todo su
aplicación, gracias a la cual durante los últimos
casi dos años estamos viendo que se están to-
mando medidas decisivas en el despliegue de la
política exterior europea y principalmente para
la puesta en marcha de la política de defensa
europea, cuyo principal instrumento es la
PESCO.
¿Para qué nace la PESCO?
¿Y para qué es necesaria la PESCO? Para hacer
creíble la Alianza Defensiva ya señalada, promo-
viendo la autonomía estratégica establecida en
la Estrategia Global de 2016 y, con ello, conso-
lidar la Unión Europea como actor global, nor-
mativo y diplomático, que actúa cada vez más
en la gobernanza mundial, siendo la dimensión
externa de su modelo interno. Hay que resaltar
que no hay que entender la política de defensa
como una parte de la política exterior, sino
como una política imprescindible para que pue-
da funcionar el actor global sin que su actividad
sea condicionada por presiones externas de ca-
rácter militar.
La presencia y la influencia de la Unión
Europea en el mundo nunca se deberá a su ca-
pacidad defensiva de carácter militar, como pue-
de ocurrir con otros actores internacionales, sino
a la defensa de sus valores compartidos e intere-
ses comunes y a su misma visión del mundo, que
es diferente a la de los demás actores internacio-
nales, todo ello consecuencia de un modelo de
sociedad propio.