EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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Defensa del 13 de noviembre de 2017 decide su
puesta en marcha firmando, los ministros de
Asuntos Exteriores y de Defensa su acta funda-
cional. En la PESCO, participarán 25 Estados
miembros, todos menos Dinamarca y Malta.
Tampoco participará el Reino Unido, como es
natural. El Consejo Europeo de diciembre de ese
mismo año, toma las decisiones definitivas para
su puesta en marcha de forma inmediata.
Algunos observadores consideran que la
Cooperación Estructurada Permanente así
adoptada no encaja del todo con las previsiones
de los Artículos 42.6 y 46 y con el contenido del
artículo 1 del protocolo 10, ya que, de estos pre-
ceptos se desprende que la misma es para los
estados que quieran y reúnan determinadas ca-
pacidades militares. Algo similar a la necesidad
de cumplir los criterios de convergencia para
formar parte de la unión económica y moneta-
ria, que es solo para los que cumplen estos cri-
terios, y no para todos.
Sin embargo, esta solución es consecuencia
de la propuesta alemana de incorporar a todos
los miembros a la Cooperación Estructurada
Permanente con objeto de fortalecer la unidad
y el sentimiento de pertenencia, aunque se en-
frentaba a la posición francesa, que defendía
que únicamente se incorporaran aquellos esta-
dos con suficientes capacidades, así como dis-
puestos a los despliegues necesarios para hacer
frente a posibles agresiones. Es decir, los que
efectivamente cumplan los criterios de capaci-
dades establecidos en el protocolo citado.
La solución adoptada, al parecer, ha sido
buscar una fórmula en la que se hagan compa-
tibles ambas posiciones. Por un lado; van a estar
prácticamente todos, los 25, y por otro; habrá
un núcleo duro formado por Francia, Alemania,
Italia y España, que están dispuestos a compro-
meterse más y, de alguna manera, a hacer efec-
tivo el mandato genuino del párrafo segundo
del protocolo citado. Es decir, se trata de que se
incorporen todos los Estados miembros, aunque
se entiende que van a decidir en las cuestiones
relativas a la defensa efectiva solo los que tienen
capacidades, es decir, los cuatro citados ante-
riormente. La PESCO se está poniendo en mar-
cha con enorme celeridad.
La compatibilidad con la OTAN y la
reticencia estadounidense
Tal y como he señalado al principio, las dos or-
ganizaciones (la OTAN y la Unión Europea) tien-
den a convertirse a la vez en organizaciones de
Seguridad y de Defensa, ya que la Alianza
Atlántica nace como organización de defensa
que en la actualidad está ampliando su cometi-
do también en el ámbito de la Seguridad. Y la
Unión Europea, por vez primera, se está trans-
formando cada vez más, entre otras caracterís-
ticas, en una organización también defensiva, lo
cual facilita que puedan surgir cada vez más
controversias entre ellas.
Por ello, la doctrina se pregunta si hay jerar-
quía entre ambas. La respuesta más aceptada es
que no existe jerarquía, sino que lo que existe es
compatibilidad entre ambas, que implica el que
no haya jerarquía entre las mismas ya que de-
ben tener autonomía recíproca. No obstante,
hoy la OTAN tiene una capacidad de disuasión
que la Unión Europea no tiene y, de momento,
seguirá siendo para los Estados miembros que
formen parte de ella el fundamento de su de-
fensa colectiva.
En este sentido, el principio de compatibili-
dad está recogido en la fundamentación del
protocolo 10 sobre la Cooperación Estructurada
Permanente cuando establece que “[…] la
Organización del Tratado del Atlántico Norte,
que sigue siendo el fundamento de la defensa