EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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pudieran surgir, adaptarlo a nuevos desarrollos
legislativos y resolver posibles conflictos políti-
cos. La dificultad estriba en la vertiente jurisdic-
cional de resolución de las disputas, dado el re-
chazo de los británicos al Tribunal de Justicia
Europeo, cuestión que defienden los europeos.
La cuestión de la frontera de Irlanda del Norte se
había cerrado en falso en diciembre: ahora es
preciso concretar en qué consiste el “alineamien-
to normativo” al que se comprometió el Reino
Unido como vía para evitar la frontera dura.
Estamos ante un tema políticamente delicado y
jurídicamente irresoluble, ya que la única vía para
evitar la vuelta de la frontera entre las dos Irlandas
sería que el Reino Unido siguiera siendo parte de
la Unión aduanera, lo que el Gobierno británico
ya ha descartado. Este, además, se resiste a dis-
cutir la cuestión de Irlanda sin vincularlo al marco
futuro de relación económica.
La relación futura: ¿qué quiere el Reino
Unido y qué puede ofrecer la Unión
Europea?
Esta segunda etapa, como ya se ha dicho, solo
pretende avanzar políticamente la discusión so-
bre la relación futura, con el objetivo de lograr
consensuar para marzo de 2019 una declara-
ción. Como ya se ha dicho, la posición inamovi-
ble de la UE es no firmar un acuerdo hasta que
el Reino Unido no sea un Estado tercero. Con
ello se pretende asegurar el objetivo de la UE de
lograr una “retirada ordenada” del Reino Unido,
esto es, priorizar el logro de un tratado de reti-
rada, desvinculándolo de la difícil negociación
sobre la relación futura.
La UE ha insistido desde el principio del pro-
ceso en que, dado que el
brexit
era una decisión
nacional, correspondía al Gobierno británico
presentar su propuesta de relación futura
26
. Las
manifestaciones iniciales de miembros del
Gobierno británico apuntaban la intención de
seguir manteniendo el actual rango de relacio-
nes comerciales y económicas, a la vez que salir
formalmente de la UE, recuperar soberanía en el
ámbito legislativo y judicial y el control de las
fronteras, cesar en sus contribuciones al presu-
puesto comunitario y tener la libertad de firmar
acuerdos comerciales con terceros. Una vez que
se conoció la posición de negociación europea
ya tomaron conciencia de que conseguir estos
objetivos políticos tendría aparejado el alto cos-
te de tener que abandonar el Mercado Interior
y la Unión Aduanera.
En su carta de notificación y en los discursos
de Lancaster House y Florencia, la primera mi-
nistra May subrayaría su intención de alcanzar
con la UE una “asociación nueva, profunda y
especial” basada en un acuerdo de libre comer-
cio de una profundidad y ambición nunca vistas
antes
27
. Esta ambigüedad, plagada de términos
grandilocuentes, no dejaba de esconder las pro-
fundas divergencias existentes en el seno del
Gabinete británico sobre el futuro de la relación
con Europa, que solo consiguió resolverse en
febrero de 2018. May presentaría la posición
británica en dos discursos sucesivos, uno en la
Conferencia de Seguridad de Múnich, el 17 de
febrero, donde abordaría la cooperación en ma-
teria de seguridad y defensa y, el otro en
26
Juncker, J. C.:
Speech to the plenary session of the Eu�
ropean Parliament on the result of the referendum in the
United Kingdom,
Bruselas, 28 de junio de 2016, (SPEECH
16/2353).
27
Véase respectivamente: May, T.:
Letter to Donald Tusk tri�
ggering Article 50,
Londres, 29 de marzo de 2017;
Speech
on the Government’s Negotiating Objectives for Exiting the
EU,
Lancaster House, Londres, 17 de enero de 2017;
A New
Era of Cooperation and Partnership between the UK and
the EU,
Florencia, 22 de septiembre de 2017.