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¡TODOS A COMER!

Tal y como indica la viñeta, cuando los padres empiecen a sentirse desbordados,

es necesario que se paren un momento y piensen qué emociones están

sintiendo y cuál es la situación concreta que lo está propiciando (por ejemplo,

«siento rabia porque mi hijo está haciendo mucho ruido con la cuchara en la

mesa»). Una vez aclarada esta primera parte, los padres deben preguntarse

qué es lo que quieren conseguir y qué pasos deben dar para poder alcanzar

su objetivo (por ejemplo, «Quiero que deje de hacer ruido. Para ello, puedo

acercarme a él y distraer su atención de la cuchara preguntándole cómo le ha

ido hoy en el colegio»).

Estos pasos, aunque parezcan sencillos, entrañan mucha dificultad ya que

suelen ser momentos muy tensos en los que es fácil ceder ante los impulsos.

Por eso, es importante que los padres cuenten con elementos externos que les

den apoyo o fuerzas, como tiempo fuera de la cocina para recargar energía o

ayuda de otras personas del entorno familiar.

¿CÓMO SE MANEJAN LAS DIFICULTADES DE ALIMENTACIÓN EN UN CONTEXTO

DE ENFERMEDAD?

Como ya se ha comentado, cuando el niño padece una enfermedad médica

pueden producirse alteraciones en la alimentación como consecuencia de

esta (por ejemplo, dificultades para la succión, dificultades con determinadas

texturas, dificultades para la masticación de sólidos, dificultades por

hipersensibilidad, dificultades por experiencias traumáticas, etc.). En estos

casos, los niños se ven obligados a interrumpir su hábito alimenticio por culpa

de su enfermedad, sin que tengan por qué existir problemas de relación con

sus cuidadores.

Todas las recomendaciones detalladas hasta ahora pueden ser aplicables

también durante la enfermedad, aunque teniendo en cuenta algunos factores

propios de los problemas de alimentación del niño enfermo.

El curso de la enfermedad

El manejo de las dificultades de alimentación debe hacerse de manera

conjunta con el abordaje clínico de la enfermedad. Por ello es necesario que,

más allá de las características propias de la enfermedad del niño, los padres

se informen sobre las peculiaridades de su caso y su influencia sobre la

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