EL ESTADO DE LA UNIÓN EUROPEA
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Es evidente que Rusia, con la ilegal anexión
de Crimea y Sebastopol, ha vulnerado tanto el
Memorándum de Budapest como el Tratado
de Amistad, además del Acta Final de Helsinki de
1975, que consagra el derecho a la integridad
territorial. Pero también es cierto que este era
un asunto pendiente desde la disolución de la
URSS, y que la anexión responde a una realidad
histórica, y a una decisión mayoritaria de sus ha-
bitantes que la intervención rusa pudo facilitar
pero no enmascarar. Siendo realistas, se trata de
un
fait accompli
, sea reconocido o no, cuya re-
versión es altamente improbable. La Asamblea
General de Naciones Unidas aprobó el 27 de
marzo una Resolución no vinculante que decla-
ra no válidos ni el referéndum ni la anexión. Esta
ha sido rechazada también por EE. UU. y por el
Consejo Europeo en nombre de los 28, pero hay
que reconocer que muchos de estos países, to-
dos los que reconocieron la independencia unila-
teral de Kosovo en 2008, carecen ahora de argu-
mentos políticos o legales para rechazar la
decisión de los habitantes de Crimea y Sebastopol.
El conflicto del Donbass
Las protestas contra el nuevo régimen de Kiev
estallaron en los primeros días de marzo de
2014 en la mayoría de las zonas del este y sur
del país, con importantes minorías rusas y rusó-
fonas, incluida Odesa, donde fueron rápida-
mente abortadas, pero sobre todo en la región
oriental industrial y minera del Donbass, fronte-
riza con Rusia. Los insurgentes ocuparon edifi-
cios oficiales e izaron la bandera rusa. El 7 de
abril los prorrusos proclamaron las Repúblicas
populares de Donestk (RPD) y de Kharkov, y el
día 28 la de Lugansk (RPL).
Kiev reaccionó enviando el ejército el 14 de
abril para acabar con la revuelta. A pesar de un
acuerdo en Ginebra el 17 de abril entre Ucrania,
Rusia, la UE y EE. UU. para parar el enfrenta-
miento militar, la ofensiva del ejército ucranio
continuó con importantes éxitos iniciales, ante
la falta de organización y medios de los separa-
tistas. Kharkov fue ocupada, así como parte de
las ó
blast
de Donetsk y Lugansk, pero amplias
zonas de estas, incluidas las capitales, resistieron
y las líneas de confrontación se estabilizaron.
Las autoridades de Kiev acusaron a Rusia de
apoyar a los independentistas con armamento
pesado y combatientes sin insignias.
El 11 de mayo se celebraron referendos en la
RPD y la RPL con alta participación, abrumado-
ramente favorables a la independencia. Los diri-
gentes secesionistas solicitaron la anexión a
Rusia, como en Crimea, pero en este caso no
hubo respuesta por parte de Moscú, que ni si-
quiera ha reconocido la independencia de estas
repúblicas. El 24 de mayo, las dos entidades
acordaron unirse en una confederación, que se
llamaría la Unión de Repúblicas Federales de
Nueva Rusia.
El 17 de julio, el vuelo comercial MH17
de Malaysia Airlines fue derribado cerca de
Lugansk, con un resultado de 298 muertos.
Ambas partes se acusaron mutuamente del de-
rribo, y aunque ninguna ha conseguido demos-
trar sus acusaciones, la prensa internacional,
sobre todo la occidental, se lo achacó a los re-
beldes. Mientras tanto se desarrollaba una
ofensiva de las fuerzas leales a Kiev que reduje-
ron el territorio controlado por los rebeldes a un
tercio de la superficie de las ó
blast
de Donetsk y
Lugansk.
El 5 de septiembre, representantes de
Ucrania, la RPD, la RPL, y la Federación de Rusia
firmaron, bajo los auspicios de la Organización
para la Seguridad y Cooperación en Europa
(OSCE) el Protocolo de Minsk, en el que se acor-
daba un alto el fuego inmediato supervisado