EL SISTEMA FINANCIERO DE LA UNIÓN EUROPEA
75
el BCE tiene prohibido) como en el secundario.
De este modo, el MEDE puede actuar llegado el
caso como un estabilizador de los mercados de
deuda pública, comprando por ejemplo de ma-
nera automática los títulos de deuda soberana
de cualquier estado parte que estén sufriendo
un grado anormal de volatilidad.
Por último, el MEDE también podrá recapita-
lizar directamente a las entidades financieras en
el marco de la unión bancaria.
Desgraciadamente el MEDE tiene una estruc-
tura fuertemente intergubernamental (de hecho
su tratado constitutivo no forma parte del
Derecho comunitario
strictu sensu
), también por-
que la Comisión no dispone de los recursos pre-
supuestarios para poner en marcha un fondo de
estas características, por lo que las aportaciones
han venido de los Estados miembros. De esta
manera las negociaciones sobre los programas
de ayuda financiera acaban siendo una negocia-
ción política entre estados (los accionistas del
MEDE) donde prevalecen los intereses particula-
res más que el interés general europeo, e incluso
a menudo, el sentido común, como se puso de
relieve en la reunión del Eurogrupo que acordó el
préstamo a Chipre y que incluyó una disparatada
cláusula que imponía pérdidas a los depositantes,
lo que aumentó la inestabilidad financiera y que
tuvo que ser corregida a toda prisa.
El papel del BCE
El BCE ha sido el gran protagonista de las políticas
anticrisis en la UE, al menos hasta la elección de
Jean-Claude Juncker como presidente de la
Comisión Europea, tras haber hecho una seria de-
jación de funciones en 2010 cuando estalla la crisis
de la deuda pública griega, y cometer errores sona-
dos como subir el tipo de interés en plena crisis
financiera internacional en el verano de 2008.
A partir del verano de 2012, el BCE dejó
claro que no permitiría más ataques especula-
tivos sobre el euro, indicando una disponibili-
dad total a comprar deuda pública soberana
en los mercados secundarios. Asimismo, conti-
nuó con la política de rebajas del precio oficial
del dinero hasta dejarlo en un insólito 0,05 por
ciento. El anuncio surtió el efecto esperado,
por lo que a partir de agosto del citado año
cesó la volatilidad financiera en la zona del
euro. Es importante resaltar que el BCE tomó
esta medida en pleno ejercicio de sus funcio-
nes, ya que los Estatutos del mismo le confie-
ren el mandato de contribuir a la estabilidad
financiera.
Comoquiera que la eurozona cerró 2014 en
una situación deflacionaria, el BCE anunció el
22 de enero de 2015 un programa de compra
de deuda pública y privada por un valor total de
1,3 billones de euros hasta al menos septiembre
de 2016. En este caso, el BCE no ha actuado
para mantener la estabilidad financiera, sino
para intentar elevar la tasa de inflación de la
eurozona, en la actualidad muy por debajo del
objetivo informal de inferior pero cercana al 2
por ciento.
El papel del BEI y el Fondo Europeo para
las Inversiones Estratégicas
Desde el principio de la crisis el BEI ha sido con-
siderado una de las palancas ideales para com-
pensar la caída de la inversión privada y relanzar
el crecimiento y la inversión. Sin embargo, aun
cuando ha aumentado a lo largo de estos años
el volumen de créditos, incluyendo las líneas de
crédito a las pymes, no es evidente que haya
contribuido de manera decisiva a aumentar las
inversiones productivas y generadoras de pues-
tos de trabajo.